Uno de los textos que mejor expresan lo que es España, con gracejo por delante, va contenido en el libro “Historia de España contada para escépticos” de Juan Eslava Galán: “La hermosa palabra fue usada por los navegantes fenicios, a los que llamó la atención la cantidad de conejos que se veían por todas partes. Por eso,denominaron i-shepham-im; es decir: «el país de los conejos», de la palabra shapán, «conejo».
No el león, no el águila: durante mucho tiempo el humilde, evocador y eufemístico conejo fue el animal simbólico de España, su tótem peludo, escarbador e inquieto.”
No deja de ser curioso cómo, al desaparecer el homo sapiens de la vías públicas por mor de la COVID´19, el mamífero más repoblador ha sido, precisamente, este simpático lepórido. Me maravillan los conejos, no puedo estar más conforme con ese vínculo.

La necesidad de tener conexión con algún animal no es nueva, es común en casi todas las culturas. Desde la visión chamánica de los nahuas y los mayas, hasta los horóscopos chinos, pasando por reencarnaciones, símbolos místicos, estandartes, pendones,…
Ahora bien, ¿dónde estamos ahora? ¿Qué animal nos representa?
Entraré a relatar una anécdota a nivel puramente personal y familiar. Tengo 47 años, hace dos vine a vivir a Valencia (procedente de El Puerto de Santa María, Cádiz) con mi mujer y mis cuatro hijos. Oscilan en la edad comprendida entre los 12 y los 7 años. Aquí está el meollo, su escolarización.
Los matriculé en el prestigioso Colegio Mas Camarena, sito en Bétera (población próxima a Valencia). Centro privado que cuenta con unos 2400 alumnos.
Este año, ante el advenimiento de la COVID´19, suspendieron las clases desde mediados de marzo e iniciaron una labor docente en remoto. Estuve pendiente del tipo de educación que servían a mis hijos. Con mayor o menor razón, sentí que era insuficiente y me aventuré a escribir un correo electrónico a la directora del centro de la siguiente guisa:
“Estimada Directora,
Quisiéramos transmitirle nuestro apoyo y confraternidad en estos momentos tan graves. Sin duda, la situación de epidemia que nos aflige ha generado pluralidad de dramas y ha trastocado inopinadamente el escenario que tenemos que lidiar. No es una situación fácil para nadie, y menos para los que desempeñan funciones directivas, como Ud. Queremos decirle que, cuanto esté en nuestra mano para colaborar, será un placer prestarle nuestro apoyo.
Sin embargo, esta misiva tiene por objeto exponerle nuestra situación. Tenemos cuatro hijos matriculados en el centro Mas Camarena (1ºESO, 6º, 3º y 2º EPO). Desde el Decreto de alarma (14 de marzo de 2020) el nivel docente y demás prestaciones que teníamos contratado con el colegio se han visto disminuidas considerablemente. No son, ni las mismas horas, ni de la misma calidad, ni con los medios previstos.
En el caso del primogénito, su tiempo lectivo no alcanza a las cuatro horas diarias (normalmente mucho menos). Nuestro hijo de 3º de EPO, a duras penas recibe atención de una hora y media diaria. Es muy poco. Entendemos que un exceso de horas frente a un dispositivo electrónico puede llegar al tedio, pero de ahí al casi abandono durante la mayor parte del día, hay una diferencia cuya explicación no encuentro.
La calidad de las clases en muy limitada y poco tienen que ver con la educación que contratamos en su día y de la que nos sentíamos orgullosos. Se entenderá que una pantalla del ordenador con veintitantas cabecitas no puede ser objeto del mismo control y atención que un aula en vivo. La posibilidad de interacción profesor-alumno (que, convendrá, es fundamental), está casi cercenada. Para estas edades es de sentido común que las clases virtuales sean de menos alumnos.
El material de trabajo ha pasado a ser un ordenador, una impresora y una conexión de internet, amén de alguna ficha descargable y ciertos textos. Ahora resulta que los tres primeros elementos los proporcionamos nosotros desde nuestra casa. En este sentido, hemos tenido que poner cuatro PCs a disposición de nuestros hijos. Quizás el material docente debería adaptarse al nuevo medio.
Le solicitamos una inmediata mejora de la calidad educativa. Quisiéramos incidir en el hecho de que matriculamos a nuestros vástagos en el colegio, precisamente por esa calidad educativa, y no por sujetarse a los dictados gubernamentales sobre nivel docente. Esa diferencia, que es a la que aspiramos, no se está produciendo en este momento y observamos una bajada importante en el aprendizaje de nuestros hijos. Por ello, tampoco estamos conforme con la rebaja “pírrica” de la cuota colegial que nos ha ofrecido.
Le rogamos reconsidere si, por parte del colegio, se está haciendo el esfuerzo necesario para mantener una educación en los valores que publicita en: https://www.colegiomascamarena.es/proyecto-educativo/
y no dude en contar con nuestra ayuda personal conseguirlo.
Como nota (a pie de página) sugeriríamos que se prescindiera de las editoriales educativas y aventurara embarcar la elaboración propia (por medio de los claustros) de material docente directamente desde la red. Al menos, en primaria. Son un coste que tenía todo el sentido hace veinte años, pero no hoy en día, se puede: ahorrar ese gasto a las familias (incluso, aunque aumente la cuota del colegio); dar más libertad al profesorado para impartir el material a su criterio profesional; abandonar las esclavitudes de las editoriales; y a la par, evitar el mal uso del libro impreso que se edita para un solo uso. Esto último, deseamos que lo tome como una simple propuesta que puede facilitar la, previsiblemente, difícil situación financiera que se avecina con carácter global. Consistiría en aumentar, si lo ve necesario, el coste de la educación, pero prescindir de los libros que se editan para uno solo uso, manteniendo los libros de lectura.
Bétera, 7 de mayo de 2020. Reciba un cordial saludo
PD Le ruego un acuse recibo expreso a este correo“
Este email se volvió a enviar una semana después por no haber obtenido respuesta. Conste que le pedí que lo acusara (no es tan complicado).
(En otro post trataré de la corruptela de los libros de texto, orillo hoy esa cuestión)
Como tampoco obtuvo respuesta, envié una carta certificada con el mismo contenido.
La respuesta, esta vez pronta, llega por corre electrónico del 1 junio 2020. Dice así:
“Estimados Sres. Monzón Mayorga:
He recibido su mail y su burofax.
Tal y como hemos comunicado desde el Colegio Mas Camarena, en los diversos mails enviados a todas las familias desde el inicio de la pandemia, los aspectos docentes y económicos quedaron totalmente aclarados. Estamos trabajando en una situación que no ha escogido el colegio, ni las familias, sino obligados por la situación actual. Y lo estamos haciendo muy bien.
Respecto a lo que nos propone de los libros, ya se lo dije en la reunión que usted y yo mantuvimos en el colegio, no vamos a prescindir de los libros de texto.
En Mas Camarena trabajamos con nuestro sistema, tanto de libros como de dispositivos, y no vamos a realizar ningún cambio en este aspecto.
Por lo que me dan a entender en su mail y burofax, no están de acuerdo ni con nuestro sistema, ni con nuestro Proyecto Educativo. Como ustedes saben, somos un colegio privado y por tanto decidimos cómo queremos trabajar con nuestros alumnos-as. Los padres eligen el Centro sobre ese Proyecto. En caso de que no estén de acuerdo con este Proyecto, hay otras opciones para escolarizar a sus hijos-as.
Espero haber contestado a sus inquietudes, atentamente,
DÑA. MAITE MARÍN
DIRECTORA COLEGIO MAS CAMARENA”
Confieso que no me gustó, pero, después de esto, no tuvimos nueva noticia. Sin embargo, con sorpresa de mi parte, el día 18 de junio de 2020, recibo un burofax por el cual nos comunica la no renovación de las plazas de mis hijos para el siguiente año escolar expulsa del Colegio. Véase la imagen.
Se trata de una acción que da para muchos comentarios.
Un buen amigo dice que ha insultado a mi y a mi familia. Yo no lo creo. Pienso que la ofensa va destinada, sin saberlo, al profesorado, al personal de apoyo, de administración, de limpieza y mantenimiento, a los chóferes, psicólogos, músicos,…, que cada día entregan su vida a ese proyecto educativo. Lo hacen bien, con cariño, con esfuerzo, en una lucha diaria y, seguramente, mal retribuidos. Ellos dan la cara ante las reclamaciones y atienden con educación a los padres, mientras cuidan de mis hijos. Si, en alguna cuestión no hay acuerdo, lo dialogan y tratan de mejorar. Para ellos debe ser insultante que la dirección adopte este tipo de criterios ante una queja. Ellos se parten la cara y ella, simplemente, aniquila saltándose las más elementales reglas.
Mi hermana me dice: “lo que más me inquieta es que los padres sean tan indolentes, indiferentes, pusilánimes, dormidos, irresponsables, inmóviles…ante un tema de tantísima importancia además, teóricamente perteneciendo a la élite…” Lo cierto es que no puedo estar más de acuerdo.
De hecho, es muy mal síntoma. Si una persona se desempeña como un dictador, tomando decisiones que superan el sentido común, de forma asocial, y nadie dice nada. El verdadero causante del régimen es pueblo. En esta pequeña isla que es comunidad educativa Mas Camarena, los padres. Está claro que aquí, el que levanta la cabeza es golpeado. Como vengo de fuera, no he podido ver la evolución de este centro, pero está claro que nadie muestra sus opiniones. Están convenientemente amaestrados cual ovejas. Es muy grave porque lo que está en juego es la educación, el futuro, de nuestros hijos.
Si, Ud. querido lector, tiene hijos a su cargo, debe leer este cuento para un mayor entendimiento.
Pero voy más allá, ese mal síntoma, ese estilo pánfilo, creo que se ha generalizado en todos los ámbitos de nuestra piel de toro. Lo he notado en mi ámbito corporativo, en los mantras televisivos, en los criterios de voto político, en la posición del consumidor frente a los prestadores de servicio, en mi comunidad de vecinos,…
Ante el abuso, actualmente, suele haber silencio, y éste es el camino que marca al abusón su futuro. Si el político engaña (pero no poco, no, en magnitudes épicas) nada ocurre. Si el banco carga comisiones u obliga a firmar cosas infumables, quéjese, pero sabemos que se cansará. Si la Administración ni le responde o le responde mal, o es inaccesible, ya por la colas de espera, ya porque no da abasto, nada pasará. Si se nos muere un ser querido, merced a la pandemia, porque el día de marras no hubo ni un euro para protegerlo (ni a él ni al sanitario), todo quedará en aguas de borrajas. OVEJAS ese es nuestro nuevo vínculo.
Pero volviendo a mi expulsión. Da, como digo, para muchos comentarios. No he entrado en lo ilegal del comportamiento, contrario a los principios europeos, a la Constitución, ni el escaso estilo, ni en la ausencia de deseo de mejorar. Destacable la falsedad al mencionar que estoy “en continua disconformidad con todos los aspectos del Proyecto Educativo”, antes lo contrario, estoy muy de acuerdo con la mayoría. O la inexistencia de nexo causal entre, no estar de acuerdo con algo y el ser expulsado.
Sí que comentaría dos cosas:
Una, la clave, que me la dio mi primogénito, el cual, cuando le relato el evento, me dice, pero papá, si en el colegio nos dicen todo lo contrario. En efecto, en la web habla de valores, como “el respeto, por la persona como individuo con sus realidades y sus necesidades” o ” que les ayude a desarrollarse como personas responsables, críticas, equilibradas y solidarias; implicadas en la construcción de un mundo mejor y más pacífico”. Seguro que sus profesores, con los que no tengo la menor pega, le transmitieron, sabiamente, estos principios. Pero, eso ¿cómo se come?
Y la otra, el detalle, nada desdeñable, de que la directora conocía mi opinión desde primeros de mayo, porque le mandé el correo electrónico, al que, como indiqué, no tuvo la debilidad de responder. No hubo más contactos por mi parte, salvo reiterar el mismo mensaje, en el que figuraba mi sincero ofrecimiento de ayuda. Sin embargo, me comunica su decisión a final de junio, cuando ya han precluido todos los plazos para acceder otro centro educativo, anudado al hecho de que son cuatro tiernos vástagos: tamaña empresa. Confieso que he visto puñaladas traperas metidas entre empresarios, empleados, agentes e individuos de toda índole, lo que no había visto es que cargaran contra los hijos por los pecados de los padres. GRACIAS.
NoSomosOvejas#
Aportan nuevos datos sobre el comportamiento de las ovejas…(subido el 26 de junio de 2020).